Vuelve a trabajar con su ex pareja Santiago Bal. Ambos estarán dirigidos por su hijo Federico. Habla del ensamble en este presente familiar, confiesa extrañar a su madre fallecida y asegura que esta revista apunta a homenajear a la mujer, "en estos tiempos en que tiene voz".
De las lecciones aprendidas, acaso sea la que más se repita por estos días: el show debe continuar. A pesar de las tristezas, de los duelos y de los quiebres. Algo de eso hay en el hablar de Carmen Barbieri, quien por estas horas ultima detalles de la revista que estrenará el miércoles 26, en el escenario del Atlas (Luro y Corrientes).
“Nuevamente juntos. Un amor de revista” es la producción que la vuelve a tener como coprotagonista. Las otras dos figuras centrales del show son nada menos que su hijo Federico Bal (también director) y Santiago Bal, su ex pareja.
Carmen cuenta que está elaborando el duelo de su mamá, quien falleció hace nueves meses. “Llegan las fiestas y es duro porque yo me tomaba un avión, viajaba y pasábamos las fiestas las dos solitas en su departamento. La estoy extrañando mucho, ella estaba muy presente en mi vida, en todo sentido de la palabra, en las críticas, si yo estaba estudiando me decía que le contara, opinaba sobre la ropa, yo le permitía que se metiera”.
Aún con mucho trabajo, la actriz y capocómica sigue con ese duelo necesario. “A pesar de mi pocos tiempos, porque todo es trabajo, estuve de gira por todo el país con Magnífica (su revista anterior), trabajé en shows, en la producción de este espectáculo. Sé que a los diez días del debut, cuando todo esté ajustado, ahí me voy a dar cuenta de mi realidad, de que estoy sola con mis perritos, soy feliz pero extraño mucho a mi mamá”, desliza. Y recuerda que fue un 2018 duro, con amigos que también murieron.
No obstante, “Nuevamente juntos” tiene para Carmen el sabor de un anhelo cumplido. “Esta obra empieza como un sueño, es el sueño que tiene Santiago Bal de trabajar con su hijo, porque conmigo ha trabaja muchísimo, ellos hicieron juntos una película. Pero Santiago dice que una película no es lo mismo que el teatro, dice que no tiene mucho tiempo para perder”. Entonces, la ex pareja decidió reunirse: dejar las diferencias y volver al escenario, el lugar en el que todo parece acomodarse.
“Es una fiesta, es una alegría trabajar en familia. Un amor de revista es el título que le puso Federico, es la primera revista que tiene un hilo conductor: es una historia de amor, una historia que ya conocemos todos y que es la nuestra. Con Santiago nos conocimos en el escenario, nos enamoramos, me quedo embarazada en Carlos Paz haciendo temporada junto a Moria (Casán), eso la gente ya lo sabe. Eso no lo vamos a contar, vamos a contar lo que la gente no sabe. El desarrollo, el volver a encontrarse sin reproches y sin rencores, el volver a juntarse en un escenario y disfrutar de la vida, en familia sin ser pareja, sin estar juntos como hombre y mujer. Mientras que la revista sigue respetando el género, tiene un esqueleto perfecto, el de la revista porteña, hoy llamada revista nacional”.
-¿No hay más rencores entre ustedes?
-Hace ya varios años que estamos bien en familia, no nos unimos para hacer este espectáculo, no nos une el espanto ni la guita ni el éxito. Hace siete años que estoy separada y la mitad de ese tiempo estamos muy bien, gracias a Fede que nos unió. La relación es muy buena, en familia, por supuesto que en el escenario es mejor aún. Trabajamos muy cómodos, aún no llevándonos bien con Santiago, la gente nunca lo notó. Y estando separados hemos trabajado juntos y en el escenario, porque somos profesionales y nos llevamos muy bien como pareja de show. Nuestra separación fue tan tsunámica y estruendosa que estábamos muy distanciados. Fue Federico el que logró unirnos en la vida.
-¿Federico trajo un aire nuevo a la revista?
-Le dio un giro de ciento ochenta grados, el humor está cuidado. El dice que en esta revista, como director, por primera vez honra a la mujer, se lo dedica a la mujer. Porque se habló tanto de que las otras revistas usaban a la mujer para hacer reír, se las usaba como objeto para causar gracia o para hablar de su cuerpo… Acá se muestra el cuerpo pero no están desnudas, se muestran transparencias y las figuras maravillosas de las chicas, pero lo que más se muestra es el talento. Tanto que se habló de que en la revista se vapuleaba a la mujer y él quiere reivindicar eso. Este es un homenaje a la mujer, más en estos tiempos en que la mujer tiene voz. Siempre tuvo voz pero no se la escuchó como ahora y la fuerza que tiene la mujer, es maravillosa. Lo que tiene de distinto es que las chicas (en la marquesina) están más vestidas, no están con plumas ni con concheros, no existen más los concheros.
-¿Decidieron dejar de usar los concheros?-No se usan más. Ya en la revista Magnífica dejé de usarlos, desde el año pasado que no los uso, hablo del elenco femenino, porque me parece que había que darle un descanso al triangulito y a la pezonera. No es antiguo, es clásico, lo critican acá, en el Lido de París se usa. Pero el año pasado lo dejamos de hacer y este año lo continuamos.
-¿Qué mirada tenés sobre este momento particular de las mujeres y sobre las denuncias de Actrices Argentinas?
-Estoy feliz, porque estamos viviendo en una época en que la mujer, si bien siempre tuvo voz, desde Evita tenemos la posibilidad de votar, siempre tuvimos la posibilidad de hablar, pero no fuimos escuchadas, tampoco se nos creía, decíamos algo y decían que era un invento, que no había pruebas. No sólo hablo del acoso, no quiero opinar sobre el tema de la violación (a la actriz Thelma Fardín) porque es algo muy delicado, le tengo mucho respeto, pero sí opino sobre la mujer que se la escucha, que se le cree, ya no se le dice más bruja o mentirosa, ahora nos dicen “intensa”. Entonces, gracias a Dios y gracias a estas mujeres que son mis compañeras actrices que salieron y antes con el tema del aborto que salieron a hablar a la calle, en grupo a unirse… la unión hace la fuerza. Estoy feliz. Opino eso. Sobre el tema de la violación que se encargue la justicia. Y que sea justa.
-¿Te sorprendió que Federico fuera tan prolijo como director?
-No me sorprendió, para nada porque es una mezcla de Santiago y de mí. Tenía que salir así, si se dedicaba a esto. El es muy obsesivo, perfeccionista. Y además, la coreógrafa del espectáculo es Valeria Archimó, que para mí es la gran vedette, no hablo de vieja, hablo de grande, porque las más jóvenes son Sol Pérez y Mica Viciconte, que hace su debut teatral.